Interpretar la ley no es como armar un mueble de IKEA —donde todo viene en un diagrama clarito (aunque eso tampoco siempre ayuda, seamos sinceros)—. Interpretar la ley es más parecido a traducir poesía de otro idioma: hay reglas, sí, pero también hay arte, criterio y mucha técnica...
En derecho,
existen varias formas de interpretar la ley, dependiendo del caso, del
contexto… y a veces, del humor del juez (broma… más o menos). Vamos a
desmenuzarlo con ejemplos prácticos:...
Interpretación
Literal o Gramatical...
¿Qué es?...
Se basa en
leer el texto de la ley tal como está escrito, respetando el significado
estricto de las palabras. Nada de andar filosofando...
Ejemplo
práctico:...
La ley
dice: “Prohibido circular vehículos motorizados en el parque central...
Un policía
detiene a alguien en una bicicleta eléctrica. ¿Aplica la prohibición?...
Literalmente,
una bicicleta eléctrica es un "vehículo motorizado", así que sí,
¡prohibido!...
Esta
interpretación es ideal cuando las palabras son claras y no hay que hacer magia
interpretativa...
Interpretación
Lógica o Teleológica...
¿Qué es?...
Aquí se
busca el “fin” o el “espíritu” de la ley, más allá de las palabras exactas.
¿Qué quiso proteger el legislador?...
Ejemplo
práctico:...
Con el
mismo caso del parque: ¿La intención era proteger el ambiente y la
tranquilidad? Si la bicicleta eléctrica no causa ruido ni contaminación, podría
permitirse, aunque literal no lo parezca...
Interpretar
el "para qué" de la ley puede cambiar todo el resultado...
Interpretación
Sistemática...
¿Qué es?...
Consiste en
leer la norma no como un documento solitario, sino dentro del “sistema jurídico
completo”, en armonía con otras leyes...
Ejemplo
práctico:...
Si otra ley
de tránsito dice que una bicicleta no se considera “vehículo motorizado” para
efectos de reglas de circulación, entonces “esa definición debe aplicarse”
también aquí...
No se lee
un artículo aislado como verso libre: todo el código legal es un solo poema, y
hay que respetar la rima...
Interpretación
Histórica...
¿Qué es?...
Se
investiga el contexto histórico en el que se dictó la norma, los debates
legislativos, los problemas sociales de la época...
Ejemplo
práctico:...
Supongamos
que la ley del parque fue creada en 1950 cuando “vehículo motorizado” era
exclusivamente un automóvil ruidoso y contaminante. Bicicletas eléctricas ni en
sueños. Entonces, podría interpretarse que la intención original “no” era
prohibirlas...
Un viaje al
pasado para entender el presente...
Interpretación
Evolutiva...
¿Qué es?...
Se adapta
el sentido de la ley a los cambios sociales, tecnológicos o culturales que el
legislador original no pudo prever...
Ejemplo
práctico:...
En 1950,
nadie pensaba en patinetas eléctricas. Hoy son comunes. Aplicando
interpretación evolutiva, se podría incluirlas en las prohibiciones para
proteger el parque...
La ley no
vive en el congelador. Evoluciona como la sociedad...
Interpretación
Auténtica...
¿Qué es?...
Cuando el
mismo legislador aclara qué quiso decir con una ley. Puede hacerlo mediante
reformas o leyes posteriores...
Ejemplo
práctico:...
Si el
Congreso aprueba una reforma que dice: ““Para efectos de esta ley, vehículos
motorizados incluyen bicicletas eléctricas.”“ Entonces, asunto cerrado...
Cuando papá
legislador habla, se obedece...
Conclusión:...
Interpretar
la ley es como manejar un bisturí: no basta con tenerlo; hay que saber dónde
cortar...
Por eso,
los abogados no solo leemos artículos: “desciframos intenciones, conciliamos
normas y adaptamos reglas” para que la justicia no sea un fósil jurídico, sino
un ser vivo que respira en cada caso...
O como
diría un viejo maestro:...
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